EUROPA
PRESS
25
julio 2022
¿Realmente se puede contrarrestar una
mala dieta haciendo ejercicio?
Una nueva investigación dirigida por la Universidad de
Sidney (Australia) ha descubierto que los niveles elevados de actividad física
no contrarrestan los efectos perjudiciales de una mala dieta en el riesgo de
mortalidad.
El trabajo, publicado en la revista científica 'British Journal of Sports
Medicine', ha revelado que los participantes que realizaban un alto nivel de
actividad física y seguían una dieta de alta calidad tenían el menor riesgo de
muerte, lo que demuestra que no se puede "dejar atrás" una mala
dieta.
Los investigadores examinaron los efectos independientes y
conjuntos de la dieta y la actividad física en la mortalidad por cualquier
causa, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, utilizando una amplia
muestra poblacional (360.600) de adultos británicos del Biobanco
del Reino Unido.
Las dietas de alta calidad incluían al menos cinco raciones
de fruta y verdura al día, dos raciones de pescado a la semana y un menor
consumo de carne roja, especialmente de carne procesada.
El estudio ha evidenciado que, en el caso de los que tenían
altos niveles de actividad física y una dieta de alta calidad, su riesgo de
mortalidad se reducía en un 17 por ciento por todas las causas, en un 19 por
ciento por enfermedades cardiovasculares y en un 27 por ciento por cánceres
seleccionados, en comparación con los que tenían la peor dieta y eran
físicamente inactivos.
"Tanto la actividad física regular como una dieta
saludable desempeñan un papel importante en la promoción de la salud y la
longevidad. Algunas personas pueden pensar que podrían compensar los impactos
de una dieta pobre con altos niveles de ejercicio o compensar los impactos de
una baja actividad física con una dieta de alta calidad, pero los datos
muestran que, desafortunadamente, este no es el caso", apunta la autora
principal del estudio, la profesora asociada Melody
Ding, del Centro Charles Perkins y de la Facultad de Medicina y Salud de la
Universidad de Sidney.
"Seguir una dieta de calidad y realizar suficiente
actividad física es importante para reducir de forma óptima el riesgo de muerte
por todas las causas, las enfermedades cardiovasculares y los cánceres",
añade el coautor Joe Van Buskirk.
Un pequeño número de estudios ha descubierto anteriormente
que el ejercicio de alta intensidad puede contrarrestar las respuestas
fisiológicas perjudiciales de la sobrealimentación.
Sin embargo, los efectos a largo plazo de la interacción
entre la dieta y la actividad física han sido menos explorados. Los resultados
de este estudio confirman la importancia tanto de la actividad física como de
la calidad de la dieta en la mortalidad por todas las causas y por causas
específicas.
"Este estudio refuerza la importancia tanto de la
actividad física como de la calidad de la dieta para lograr la mayor reducción
del riesgo de mortalidad. Los mensajes de salud pública y el asesoramiento
clínico deberían centrarse en promover tanto la actividad física como las pautas
dietéticas para promover una longevidad saludable", apunta Ding.